Laparoscopia
¿Cómo se realiza una laparoscopia?
Esta prueba se realiza habitualmente con anestesia general.
Hoy día la mayoría se pueden hacer en un régimen de hospitalización diurna
(cirugía ambulatoria) o con ingreso de 24 horas, ya que la recuperación
postoperatoria suele ser rápida y poco dolorosa.
Consiste en la introducción de gas anhídrido carbónico (CO2)
en la cavidad abdominal mediante una aguja insertada a través de la pared del
abdomen, generalmente en el ombligo. Una vez conseguida la distensión que
separa la pared abdominal de las vísceras internas, se introducen guías
(trócares) de entre 5 y 12 mm por cuyo interior se pueden colocar diversos
intrumentos, incluida la óptica. Habitualmente, dos o tres punciones son
suficientes.
Gracias a estos instrumentos pueden explorarse correctamente
los órganos del abdomen y realizar la cirugía necesaria de forma menos
agresiva, dado su menor tamaño.
¿Cuándo debe realizarse la laparoscopia?
Es preferible realizar la laparoscopia en los primeros días
después de la menstruación con el fin de evitar interferir un embarazo
incipiente desconocido.
En otros casos (como en la mujer estéril) es preferible realizar la prueba en
la segunda fase del ciclo, por lo que el momento de la cirugía dependerá
siempre de la indicación y de la opinión del facultativo.
¿Cuándo está indicada la práctica de una laparoscopia?
Esta prueba se suele indicar en casos de:
·
Endometriosis.
·
Esterilidad.
·
Dolores abdomino-pélvicos no explicados.
·
Sospecha de embarazo ectópico.
·
Patología quística o hemorrágica de los ovarios.